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District heating

La calefacción urbana o District Heating es un sistema de suministro de agua caliente sanitaria y calefacción (y en algunos casos también de refrigeración), en la cual el calor es producido en una central  y se distribuye por una red de tuberías urbana, al igual que se hace con el resto de servicios que utilizamos en nuestras viviendas, como el gas, el agua, la electricidad o las telecomunicaciones.

El District Heating es una tecnología con casi 100 años de antigüedad. La primera instalación de Calefacción Urbana, propiamente dicha, se ejecuta en el año 1877 en Lockport, EEUU.

Ventajas del District Heating

Lo que distingue esta red de las calefacciones centrales de muchos edificios es que sirve a un grupo de edificios que puede ser más o menos grande y sus conducciones discurren bajo el pavimento de las calles o de las zonas comunes del barrio. La extensión de la red puede ser pequeña, para un grupo de casas, mediana o grande, abarcando toda una población.

  • Reduce el coste de ejecución de la obra civil: ya que la red de agua caliente sustituye a la red de gas y aprovecha las zanjas a ejecutar para otras redes.
  • Reduce el coste de ejecución de las instalaciones: aprovecha la economía de escala de una central térmica frente a varias salas de calderas o multitud de calderas individuales.
  • Disminuye el tiempo de instalación y montaje.
  • Las Administraciones Públicas promueven programas de Eficiencia Energética y/o Energías Renovables, permitiendo a los interesados acceder a subvenciones, en algunos casos, a fondo perdido.
  • Ayudas de Organismos Públicos, Agencias de la Energía, etc: ayudan con las acciones divulgativas de los promotores de este tipo de instalaciones, mejorando Imagen Corporativa y contribuyendo a la Responsabilidad Social.

¿Y qué beneficios tiene para usuario final?

  • Reducir el coste de explotación y mantenimiento de la instalación:  al no tener que generar en su vivienda la calefacción ni el agua caliente sanitaria se reduce la potencia instalada y el combustible consumido por vivienda.
  • Poder acceder a mejores tarifas de combustible, aprovechando la economía de escala.
  • No se tiene que manipular ni almacenar combustible en el edificio, reduciendo los problemas de seguridad, suciedad y espacio, además de las revisiones periódicas y su coste económico asociado.
  • Mejora la eficiencia energética de la instalación, al reducir las emisiones de CO2 y gases de Efecto Invernadero. Además, con las centrales térmicas para calefacción urbana se posibilita el uso de biomasa, que es una fuente energética renovable y autóctona.

¿Con qué tipo de energías se puede combinar?

Las redes urbanas de calor y frío son idóneas para su utilización con fuentes de energía como la biomasa, la solar térmica, la geotermia o el uso de calores residuales y cogeneración.